Consiste en la fabricación de unidades de almacenamiento de energía, a partir de baterías de vehículos eléctricos que son desechadas al finalizar su vida útil de entre 5 a 8 años. Al darles una segunda vida, no solo ayudamos a evitar la acumulación de un residuo peligroso, sino que apoyamos a empresas con el cumplimiento de la ley REP. Promovemos la economía circular y además ofrecemos un solución innovadora y sostenible para el almacenamiento de energía. La cual es necesaria en zonas rurales o donde la red eléctrica es inestable y así contar con un respaldo de emergencia en momentos cruciales, como lo es para un electrodependiente.