Salchiñón, el embutido 100% vegetal

Ana González y Leeanny Caipo nos cuentan cómo su proyecto busca consolidarse como un producto gourmet en el mercado nacional.

Jumpers, si tienen una idea, juéguensela por ella. Con dedicación y pasión se puede lograr que esa simple idea se transforme en un gran proyecto, y de esta manera cambiar sus vidas y las de los demás. Mucha suerte.

¡Hola Jumpers!

Somos dos estudiantes de Ingeniería en Alimentos de la Universidad de Chile. Somos tesistas, pero también queremos ser emprendedoras. Nuestra historia comenzó en el ramo de Procesos de conservación de los alimentos. Ahí trabajamos durante un semestre en la creación de un alimento innovador para presentarlo en la feria que realiza anualmente nuestra institución. Esta instancia nos unió como equipo y con mucho trabajo y apoyo de nuestros profesores, compañeros y familiares ideamos Salchiñón, un embutido vegetal a base de Piñones de la Araucaria.

Como es sabido, el consumo balanceado de vegetales puede reemplazar una alimentación basada en productos animales. Se pueden disminuir problemas de obesidad, enfermedades cardiovasculares e incluso el cáncer, ya que el consumo de un producto animal conlleva el consumo de grasas de mala calidad nutricional y colesterol LDL.

Nuestro proyecto tiene como protagonista a Salchiñón, un embutido vegetal que contiene principalmente piñones, arroz, aceite de oliva y una mezcla de especias naturales que dan origen a un embutido muy delicioso y libre de grasas saturadas de origen animal.

Salchiñón pretende brindar a la sociedad una alternativa rica, sana y elaborada con materias primas nacionales. Además, tampoco aporta a la contaminación ambiental generada por la industria cárnica.

Queremos seguir desarrollando este producto y tenemos en mente otros más, pero tenemos que cumplir todos los requerimientos para comercializarlo y entregar un servicio de calidad. Ya empezamos los trámites para obtener la patente y queremos conseguir la resolución sanitaria. En lo que se refiere a desarrollo de productos, queremos hacer mejoras en la formulación.

De aquí a cinco años nos imaginamos vendiendo a diferentes tipos de clientes como restaurantes, ferias de alimentos gourmet y -¿por qué no?- tener nuestro producto en una góndola de supermercado. En diez años más, soñamos con ser una empresa consolidada y que nuestros productos sean reconocidos a nivel nacional e internacional.

Jumpers, si tienen una idea, juéguensela por ella. Con dedicación y pasión se puede lograr que esa simple idea se transforme en un gran proyecto, y de esta manera cambiar sus vidas y las de los demás. Mucha suerte.